La sobreexitación, cuando es excesiva, puede afectar al corazón y producir inestabilidad, falta de concentración y nerviosismo. La energía estalla en su máximo yang y crea un vacío que trae depresión. También el desequilibrio Fuego puede manifestarse como dispersión, agitación, altos y bajos emocionales, hablar de más, etc. Es aquí cuando hay que practicar una respiración profunda, buscar un lugar donde sentir paz y meditar, orar, cantar mantras, cantos repetitivos o solo mirar el agua (río o lago) para bajar. Cuando falta el Fuego, la persona se siente deprimida, se siente que ha perdido conexión con la fuente, conviene mover el cuerpo, bailar, cantar, compartir y divertirse. La incapacidad para reírse es el factor más triste que indica un desequilibrio Fuego. Corazón y sangre son totalmente independientes. En el corazón, el Qi (energía vital) de la comida se transforma en sangre, y el corazón asegura su vitalidad de la sangre a través de su circulación. La sangre alimenta el corazón....
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